Descubre los beneficios de los productos hidratantes, qué ingredientes son cruciales y por qué deberías utilizar una crema humectante sin aceite, ¡por la mañana y por la noche!
¿Cuántas veces te has saltado la aplicación de una crema hidratante después de la limpieza? No te preocupes, todas lo hemos hecho alguna vez. Es natural que si tienes la piel grasa, no veas el beneficio de aplicar más hidratación a tu piel, y muchas de nosotras nos hemos enfrentado al dilema de si debemos aplicar crema humectante o arriesgarnos a la sensación de grasitud durante todo el día
Sin embargo, aunque pueda parecer contradictorio, las pieles grasas y con tendencia al acné también necesitan hidratación. Ahí es donde entran en juego las cremas libres de aceites.
Las fórmulas ligeras a base de agua hidratan sin añadir peso ni brillo, por lo que son perfectas para las pieles grasas. Sin embargo, no todas las cremas hidratantes son iguales. Algunas pueden resecar demasiado, mientras que otras pueden exacerbar la grasa. En esta guía, exploraremos los beneficios de la hidratación para la piel grasa, desmentiremos mitos comunes y recomendaremos otros productos de Jess Beauty para completar tu rutina de cuidado de la piel.
Saluda a una piel radiante y fresca sin complicaciones. Pongámonos manos a la obra
¿Qué pasa cuando no nos hidratamos?
Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y un sistema increíblemente complejo, al que no concedemos suficiente crédito. Cuando descuidamos la hidratación, especialmente en el caso de los cutis grasos, pueden desencadenarse una serie de acontecimientos desafortunados.
Lo entendemos, tu piel ya es oleosa y lo último que quieres hacer es aplicar más hidratación por miedo a empeorar la situación. Pero aquí está el truco: al omitir la crema hidratante, la piel se sobrecarga y produce aún más grasa en un intento de compensar. Es un círculo vicioso que provoca más brotes y frustración. Lo que no todo el mundo sabe es que hidratar la piel puede ayudar a reducir la grasa.
Existe la idea errónea de que las cremas hidratantes están prohibidas para las pieles grasas o con acné. Todo lo contrario. Optar por una crema hidratante ligera y sin aceites puede indicar a nuestras glándulas sebáceas que la piel está bien hidratada, regulando así la producción de sebo.
Incluso si estás luchando contra los brotes, la humectación sigue siendo crucial, especialmente cuando utilizas tratamientos para combatir el acné. Estos tratamientos, aunque eficaces contra los granos, también pueden dejar la piel reseca y vulnerable. Al hidratarla, no sólo se restablece el equilibrio de la piel, sino que también se refuerza su barrera de humedad, manteniendo a raya las bacterias que causan el acné.
Elegir la crema hidratante adecuada no tiene por qué ser una tarea desalentadora. Busca fórmulas libres de aceites y ricas en nutrientes, diseñadas para nutrir sin exacerbar la grasa. Recuerda que tu piel merece cuidados y atención, sea del tipo que sea. Así que, tanto si combates los brotes como si tienes la piel grasa, haz de la hidratación una parte innegociable de tu rutina diaria. Tu piel te lo agradecerá.
En qué fijarse al elegir una crema hidratante sin aceite
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Busca nutrientes y antioxidantes calmantes y antienvejecimiento, como la vitamina C, el té verde, el aloe vera, la centella asiática o la niacinamida.
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Evita los productos con «aceite» en la etiqueta. Asegúrese de que el «agua» figure como uno de los ingredientes principales.
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Comprueba la etiqueta «no comedogénico» para evitar la congestión de los poros. Los productos comedogénicos pueden provocar brotes, sobre todo en las pieles grasas o con tendencia acneica. Opta por hidratantes sin aceite, que suelen ser no comedogénicos y adecuados para este tipo de piel.
La mejor rutina de skincare para la piel grasa
Ahora que ya conoces todos los detalles sobre las cremas hidratantes, incluidas las ventajas de no usar aceites y por qué la hidratación es fundamental, vamos a sumergirnos en una rutina fácil y adaptada a la piel grasa.
Paso 1. Perfecciona tu rutina de limpieza diaria
Empecemos por el principio: toda buena rutina de cuidado de la piel comienza con un limpiador. Es esencial lavarse la cara por la mañana y antes de acostarse, eligiendo un gel limpiador suave que utilice ingredientes hidratantes y revitalizantes para evitar eliminar la hidratación esencial y los aceites naturales de la piel.
Nuestro Face Reset Cleanser limpia en profundidad los poros y equilibra la producción de grasa sin dañar la función de barrera natural de la piel, calmando las enrojecimientos y la irritación. La clave para reducir la grasa es una limpieza adecuada (¡sin excederse!) y una buena hidratación.
Paso 2. Devuelve a tu piel ese brillo saludable con un sérum
Paso 3. No te olvides de aplicar crema humectante.
¿Buscas una nueva crema hidratante pero quieres algo ligero que no te deje la piel grasa? Descubre nuestra Post Workout Gel Mask, que dejará tu rostro suave como la seda y sin brillos, sea cual sea tu tipo de piel o tus problemas. Este gel hidratante a base de agua se convertirá en un ingrediente esencial de tu rutina de hidratación y post-entrenamiento, haciendo que tu piel luzca más firme, brillante y clara que nunca y. Con una infusión de Centella Asiática, Niacinamida y Té Verde (Camellia Sinensis), también ayuda a minimizar los signos del daño solar, como la hiperpigmentación, la textura áspera y las líneas de expresión, proporcionando un cutis radiante y juvenil.
Paso 4: Protector solar: Tu armadura diaria
La protección solar no es negociable. El uso diario de un protector solar SPF 30 o superior es crucial para prevenir el envejecimiento prematuro, la hiperpigmentación e incluso el cáncer de piel. El protector solar Let It Sun SPF 50+ de Jess Beauty ofrece una protección de amplio espectro con una fórmula ligera y no grasa. Es perfecto para el uso diario, ya que se absorbe rápidamente y no obstruye los poros. Aplícalo después de tu rutina de skincare todos los días (sí, incluso en días nublados), cada dos horas, especialmente después de sudar o nadar.
En resumen
Elegir la crema hidratante adecuada para tu piel puede parecer un laberinto con tantas opciones disponibles. Y para aumentar la confusión, lo que a una persona le funciona como por arte de magia puede que a ti no te haga nada, porque, bueno, cada piel es única como una huella dactilar. ¿La clave para encontrar un producto de cuidado de la piel que encaje a la perfección con tu cutis? Los ingredientes. Si tienes la piel grasa o con tendencia acneica, empieza por buscar una crema hidratante sin aceites. Pero no te quedes ahí: asegúrate de que sea no comedogénica, es decir, que no obstruya los poros. Cuando encuentres la combinación perfecta, tu piel te lo agradecerá.
