Es muy común confundir piel seca y deshidratada ya que ambas pueden compartir algunas características similares, como descamación, sensibilidad, apariencia apagada, elasticidad reducida, sensación de tirantez e incluso la acentuación de líneas finas y arrugas.
Sin embargo, son dos condiciones diferentes que requieren cuidados específicos. De Jess Beauty, te ayudaremos a diferenciar la piel seca de la piel deshidratada y las formas de revertir estas dolencias.
Principales diferencias
Como decíamos, aunque la piel seca y la piel deshidratada tienen muchas características en común, son cuestiones diferentes.
Aquí hay algunas diferencias clave entre la piel seca y la piel deshidratada:
Causa subyacente
La piel seca es un tipo de piel que carece naturalmente de aceites y tiene una menor producción de lípidos en las glándulas sebáceas. Es una condición genética y crónica que puede estar presente desde el nacimiento o desarrollarse con el tiempo.
La piel deshidratada es una condición temporal que ocurre cuando la piel carece de agua o humedad. Puede afectar a cualquier tipo de piel, incluso grasa, debido a factores ambientales, como clima seco, uso excesivo de productos astringentes, exposición solar o uso de calefacción o aire acondicionado.
Nivel de hidratación
La piel seca es una condición crónica en la que la piel tiene una falta inherente de humedad. Puede sentirse constantemente áspera, escamosa y propensa a la sequedad.
La piel deshidratada es una condición temporal en la que la piel carece de agua o humedad. Puede sentirse apretado y áspero, pero no necesariamente es áspero o escamoso todo el tiempo.
Producción de aceite y lípidos naturales
La piel seca tiene menos producción de aceite o lípidos naturales. Las glándulas sebáceas no producen suficiente sebo para mantener la piel hidratada.
La piel deshidratada puede tener una producción de aceite normal o incluso mayor, pero aún carecer de agua o humedad. Puede dar lugar a una sensación de sequedad en combinación con presencia de brillo o oleosidad.
Tratamiento
El tratamiento para la piel seca consiste en proporcionar hidratación adicional y reponer los lípidos perdidos. Se recomienda utilizar cremas hidratantes ricas en emolientes y humectantes, como cremas espesas y lociones, y evitar productos astringentes e irritantes.
El tratamiento para la piel deshidratada se enfoca en restaurar el equilibrio de humedad en la piel. Implica el uso de productos humectantes que ayuden a retener la humedad en la piel, beber suficiente agua, evitar los factores deshidratantes y mantener un ambiente adecuadamente húmedo.
Tenga en cuenta que la piel puede estar seca y deshidratada al mismo tiempo, lo que significa que puede carecer de aceites naturales y agua.
¿Por qué saber las diferencias?
Es importante conocer las diferencias entre piel seca y piel deshidratada porque cada una requiere un enfoque de cuidado diferente, por ejemplo:
- Selección de productos adecuados: Al comprender si su piel está seca o deshidratada, puede elegir los productos para el cuidado de la piel más adecuados. Los productos diseñados específicamente para tratar la sequedad o la falta de hidratación pueden brindar los beneficios necesarios y ayudar a mejorar la condición de la piel.
- Tratamiento específico: al conocer el estado de su piel, puede implementar un tratamiento adecuado y enfocado. Puede incluir cambios en su rutina de cuidado de la piel, ajustes en su dieta y estilo de vida, y productos específicos que aborden las necesidades de hidratación de su piel.
- Prevención de problemas adicionales: la sequedad y la deshidratación pueden aumentar el riesgo de otros problemas de la piel, como irritación, inflamación, envejecimiento prematuro y sensibilidad. Al identificar correctamente su tipo de piel, puede tomar medidas preventivas y utilizar productos y prácticas adecuadas para evitar o minimizar estos problemas adicionales.
- Mantenimiento a largo plazo de la salud de la piel: Comprender las características y necesidades de su piel puede ayudarlo a mantener su salud a largo plazo. Una piel bien hidratada y nutrida es más resistente y elástica y puede funcionar mejor como barrera protectora contra los factores ambientales y los signos del envejecimiento. Al abordar adecuadamente la sequedad o la falta de hidratación, puede promover la salud y la vitalidad de su piel a largo plazo.
En otras palabras, conocer las diferencias entre la piel seca y la piel deshidratada le permitirá tomar decisiones más informadas y efectivas sobre el cuidado de la piel, adaptando sus productos y rutinas para el cuidado de la piel para abordar las necesidades específicas de su tipo de piel y lograr una piel sana y equilibrada.
Qué productos usar según el estado de la piel
Para pieles secas, utiliza productos que aporten una hidratación profunda y ayuden a restaurar los lípidos naturales de la piel. Estos son algunos tipos de productos recomendados:
- Limpiadores suaves: Opte por limpiadores suaves y sin fragancia para evitar la eliminación excesiva de los aceites naturales de su piel. Busque productos que contengan ingredientes humectantes como aceites naturales o ceramidas.
- Hidratantes ricos: Elija cremas o lociones humectantes, espesas y ricas en ingredientes emolientes, como aceites naturales (como el aceite de jojoba, aceite de coco o aceite de oliva) y tipos de mantequilla (como la manteca de karité o la manteca de cacao). Estos ayudarán a nutrir y suavizar la piel seca.
- Aceites faciales: Los aceites faciales, como el aceite de rosa mosqueta, el aceite de argán o el aceite de jojoba, son excelentes para sellar la humedad en la piel y proporcionar un impulso adicional de hidratación.
- Exfoliantes suaves: Aunque la exfoliación puede ser beneficiosa para eliminar las células muertas de la piel, es importante elegir exfoliantes suaves y no abrasivos para la piel seca. Opta por exfoliantes químicos suaves con ácidos suaves, como el ácido láctico o el ácido glicólico, que ayudarán a eliminar suavemente las células muertas de la piel sin irritar la piel seca.
Para la piel deshidratada, la atención se centra en la hidratación y la retención de agua en la piel. Estos son algunos productos recomendados:
- Hidratantes ligeros: Busque humectantes ligeros de absorción rápida que contengan ingredientes humectantes, como ácido hialurónico, glicerina o urea. Estos ayudarán a atraer y retener la humedad en la piel.
- Esencia Hidratante o Tónico: Estos productos líquidos livianos se pueden aplicar antes de la crema hidratante para brindar hidratación adicional y ayudar a preparar la piel para absorber mejor los productos posteriores.
- Mascarillas hidratantes: Las mascarillas hidratantes pueden ser una gran opción para proporcionar un impulso de hidratación. Busca mascarillas con ingredientes como aloe vera, ácido hialurónico o extractos de plantas hidratantes.
- Brumas faciales: Las brumas faciales son una forma refrescante de agregar humedad a la piel deshidratada durante el día. Rocíe suavemente la niebla sobre la piel para una hidratación instantánea y un alivio refrescante.
Recuerda adaptar los productos a las necesidades de tu piel y prueba diferentes opciones para encontrar las mejores
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